Rurian Âeris Dom Feb 01, 2009 4:27 pm
<Vaya, parece que he conseguido influir en el cuerpo de este dios y así ha acabado todo, espero que se de cuenta de que podriamos convivir ambos como solo uno, que eso arreglaría todos nuestros problemas; tendríamos la fuerza suficiente para acabar con el tal Kinslaggh y además yo podría volver a ver a Ahriel. Por favor, déjame salir, prueba, verás como podemos hacerlo, ten fe en mí, por favor, ten fe...>
Las palabras de Kai recorren mi cabeza y, con un grito de agonía, caigo al suelo, sin poder parar de gritar de dolor. No, no podía permitirlo, pero sería todo tan fácil, todo mejoraría; pero mis defensas seguían aguantando contra sus palabras, impidiéndole cualquier acción. Pero me había dicho que todo sería más fácil. Así que, sin pensarlo, me dejé dominar...
Me había dejado salir y, casi sin pensarlo, pensaba encerrarle como él había hecho conmigo, pero no incumpliría mi promesa...
-Ves, ¿notas esta fuerza?-digo para mí mismo- Así podremos hacer lo que deseemos.
Consigo dejar de rodar en el suelo y quedo tumbado, exhausto. Noto algo diferente, y miro mis brazos; algo ha pasado, venas de color negro recorren mi piel, que ha perdido parte de su color. Además, los colmillos han aumentado su tamaño y, sin saber porqué, tanta luz a mi alrededor me molesta, cuando antes lo agradecía...
-¿Qué ha pasado?-susurro-¿Qué eres?
-Ah, no te lo había dicho...soy un vampiro.
